El reciclaje de diversos materiales no es algo desconocido hoy en día, papel, cartón, plástico, vidrio se reutilizan de forma asombrosa tanto a nivel local como industrial, pero ¿qué pasa con los materiales de la construcción?
Como iniciativa para generar una industria de la construcción más sostenible, varios países han establecido procesos definidos para el reciclaje del hormigón.
Esto se debe a que la generación de residuos se ha convertido en un problema grave de contaminación ambiental que requiere solución.
Dado que el concreto es el material más utilizado en el planeta y su producción sigue en aumento, se ha estimado que en Europa se producen más de mil millones de toneladas de escombros.
Por esta razón, desde hace algunos años se promueven investigaciones para poder aprovechar estos residuos.
La importancia del concreto de reciclaje
Los que promueven esta iniciativa comprenden lo que hace falta para llevar a cabo este proceso. Por ello, disponen de tecnología asequible de trituración mecánica que está al alcance de cualquier interesado, sea una nación desarrollada o no.
Lo más importante es seguir avanzando en los métodos de recuperación y ampliar las aplicaciones que representa esta posibilidad. Usar concreto reciclado es una forma efectiva de reducir los vertederos de basura, los costes (impuestos) asociados a su descarte y evitar la afectación de los suelos.
Además, permite la sustitución de materia prima, reduce el impacto ambiental por la explotación de recursos naturales y genera empleo. Por otra parte, al ser procesado en el mismo sitio de construcción o demolición, reduce el gasto de transporte.
Esto se combina con el buen rendimiento que puede tener debido a sus propiedades de densidad y su capacidad de compactación, que lo hacen especialmente útil para varias aplicaciones.
Usos primordiales del hormigón reciclado
Como sabemos, la mezcla de concreto requiere de un 75% de agregados que se dividen en finos y gruesos. Para obtenerlos a partir del reciclaje, se clasifica el material, se tritura las veces que sea necesario y luego se pasa por un tamiz Nº 4 que separa las partículas pequeñas y grandes.
Las investigaciones han establecido que los añadidos gruesos de demolición destacan para bases y subbases viales, reconstruir estructuras, muros de contención y de gravedad, entre otros.
Al utilizar este reciclaje, se prolonga más el ciclo de vida útil del concreto para diversos tipos de proyectos. Dado que el material de desecho en su estado natural contiene elementos contaminantes, plásticos, madera, yeso, mortero y más, lo esencial es depurarlo para mejorar su desempeño. Así se podrá obtener mejores agregados que puedan contribuir a crear una mezcla homogénea y estable.
Clasificaciones basadas en composición y origen
En cuanto a los agregados utilizables para el concreto reciclado, desde 1994 se ha establecido una ordenación en cuanto a dónde salen los escombros y la lista luce de la siguiente manera:
- Tipo I: Agregados creados a partir de desechos de mampostería.
- Tipo II: Añadidos que se fabrican de escombros de concreto.
- Tipo III: Agregados reciclados más añadidos naturales. Esta mezcla contiene un 80% de los últimos y 10% del material tipo I.
En cuanto a los componentes, el material recuperado de vertederos y sitios de demolición disponen de elementos individuales que deben ser separados antes de crear hormigón nuevo o hacer algún otro tipo de mezcla.
Éstos son algunos de los que pertenecen a la clasificación estándar:
- Rc: Mortero, productos derivados del concreto y hormigón.
- Ru: Piedra natural y agregados limpios.
- Rb: Concreto aireado no flotante, ladrillos, baldosas y silicato de calcio.
- Ra: Material bituminoso.
- Rg: Vidrio o cristal.
- X: Metales, madera no flotante, plástico, caucho, entre otros.
Otras características que predominan en estos desechos de demolición tienen que ver con su estructura. Así se encuentran agregados estirados, elementos irregulares, texturas ásperas, alta porosidad, superficies agrietadas y otros que requieren mucha agua.