¿Tu casa suena bien? Un buen aislamiento contra ruidos molestos en la casa debe combinarse con sonid
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¿Tu casa suena bien? Un buen aislamiento contra ruidos molestos en la casa debe combinarse con sonid


El mobiliario tapizado y las alfombras ayudan a reducir los decibelios dentro de casa.

Experimentamos el espacio con los cinco sentidos; por eso es un error olvidar el sonido como un recurso más de la arquitectura. No es un invento nuevo: la Alhambra de Granada es un ejemplo magnífico de su uso para lograr una sinfonía perfecta por medio de fuentes, surtidores, arroyos, flores, bosque...

Un espacio en el que el sonido ha sido estudiado con el mismo cuidado que los materiales, las entradas de luz o el mobiliario ayuda a concentrarse mejor, hace más fácil el aprendizaje e, incluso, favorece la creatividad. Los terapeutas del sonido consideran que hay una resonancia natural o una nota que es la correcta para cada parte del cuerpo humano, con lo que dirigir las ondas sonoras de un espacio pensando en su efecto sobre los distintos órganos restaura el equilibrio y, con ello, nuestra salud.

Las hojas que bailan con la brisa o el suave murmullo de las ramas es una banda sonora perfecta para recuperar la calma.

El primer paso para crear una casa relajante es aislarla de los ruidos molestos del entorno. Para eso es indispensable protegerla incidiendo en la estructura del espacio mediante paneles acústicos, refuerzos de lana tras los revestimientos, dobles cristales y carpinterías eficaces en las ventanas. Es algo tan importante para garantizar la calidad de vida que el Código Técnico de la Edificación triplicó en España en 2009 la exigencia de aislamiento acústico de los hogares porque superar los 20 decibelios es peligroso para la salud.

En un entorno urbano los patios interiores cumplen una misión valiosa como defensa del ruido exterior. Si además incorporan vegetación, el aislamiento será más eficaz.

Ciertos sonidos deben mantenerse a raya, pero otros hay que dejarlos que formen parte de nuestra vida cotidiana. Los expertos dicen que debemos aprender a apreciar los sonidos que nos rodean y determinar cuáles nos hacen sentir bien o mal. Es un medio efectivo para alterar los campos electromagnéticos de un espacio, tanto que con su ayuda se pueden aliviar dolores o acelerar el proceso de recuperación de una enfermedad. La terapia de sonido puede alterar la frecuencia de las ondas cerebrales, arrastrando las que son armónicas a través de sus vibraciones rítmicas y equilibrar, con ello, los dos hemisferios del cerebro para lograr un estado mental y emocional en paz. Por eso, saber combinar los sonidos en un interior es fundamental para asegurarnos una vida más saludable.

El canto de los pájaros incorpora una vibración agradable en el espacio doméstico. Lo ideal es que canten en un contexto natural. Si viven dentro, con mimo y espacio


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