top of page
Foto del escritorFrancisca Sánchez

Descubriendo el 22@ en Poble Nou: Can Framis

Actualizado: 17 jun 2021


Can Framis es el último proyecto de la Fundación Vila Casas inaugurado en Barcelona en abril de 2009 como Museo de Pintura Contemporánea. En él se exponen alrededor de 300 obras, que datan desde la década de los 60 hasta la actualidad y que pertenecen a varios artistas nacidos o residentes en Cataluña. En el Espai A0 de Can Framis se celebran exposiciones temporales.

Can Framis fue una fábrica téxtil de finales del s.XVIII, propiedad de la familia Framis, que con el tiempo perdió su actividad, convirtiéndose en el recuerdo de la industria del Poblenou. Hoy, como Museo de Pintura Contemporánea, es un rincón para la contemplación artística situado en el mismo distrito, en la zona del 22@, que ha cambiado la industria por la innovación.

¿Por qué este regalo, Can Framis, me pregunto, en el corazón del 22@, inmerso en el tejido de la industria digital? El conjunto arquitectónico de 40 naves de las que se conservaron solo tres. Dos de ellas constituyen los laterales del museo y de la hermosa plaza central, la del medio hubo de ser derruida y vuelta a levantar, todo ello obra muy reseñable del estudio BAAS Arquitectes, que conservó la historia en el contexto más futurista posible de la ciudad de Barcelona.

El vestíbulo de este magnánimo y generoso museo donde el mecenas Antoni Vila Casas nos regala la contemplación de unas 300 obras de arte contemporáneo catalán, 300 de un total de 3.000 que configuran su colección privada, también expuesta en Espai VolART (bcn), Palau Solterra de Torroella y Can Mario de Palafrugell. En el vestíbulo, tres de sus grandes, Francesc Ruestes, Agustí Puig y, finalmente, según reza el recorrido de la colección permanente Vila Casas en Can Framis, de su puño y letra escrito, desde su más personal emoción y sentido, Lita Cabellut, la pintora de la que todo el mundo habla, que celebró aquí mismo la primera retrospectiva de su obra.

Duele decir que la artista ha sido hasta hace bien poco una gran desconocida en su país de origen, que solo dejó de serlo cuando este gran coleccionista la descubrió, y que ya por entonces su enorme valor había cautivado a los más entendidos (y cotizados) círculos internacionales de arte. Cifras a un lado, la Trilogy of the Doubt que se expone en el vestíbulo de Can Framis es paralizante. Su fuerza golpea el ánima como un grito desgarrado que ululara desde sus cabezas y vientres, dubitativos, no sé, plenos de vida y muerte.

​Cuesta arrancarse de su contemplación, pero el recorrido por las salas adelante, donde Vila Casas confronta el diálogo de tantos artistas, contraponiéndolos, uniéndolos a veces en su afinidad matérica o temática; donde de pronto surgen plasmados pensamientos de filósofos, creadores, literatos (Paul Auster dialoga con el mismo Gregori Iglesias, en medio de sus bibliotecas resistentes a la hecatombe), sin orden plasmados y con mucha intención. Y surgen sillas donde el aire gira, y en una de ellas reconozco a mi adorada Regina Saura. Sillas. Y azules (soberbia Susana Solano) o Carla Tarruella y sus texturas tan íntimas se enfrentan a la grandiosidad de Jaume Plensa.

Y este espectacular museo lo encontramos a tan solo a 4 manzanas de nuestro edificio a la venta. Más info pincha en el link.

 

35 visualizaciones0 comentarios
bottom of page