Olesa de Montserrat

Baix Llobregat es la comarca que alberga a esta localidad barcelonesa, y Olesa alberga uno de nuestros enclaves industriales: un solar en un entorno único.

Antiguo referente del sector textil catalán, hoy vive una reconversión industrial para diversificar su economía. Esta población de casi 24.000 habitantes, se puede visitar tanto para recorrer sus rutas por la naturaleza, como para conocer su patrimonio arquitectónico y cultural.

Su formación se remonta a periodos precristianos, en su término se han encontrado utensilios empleados por los nativos íberos para comerciar con otras civilizaciones del Mediterraneo a través del Llobregat del siglo VI a.C. En su entorno ha predominado el cultivo del olivo, por el que aún se conserva un molino activo, aunque solo se comercializa en la villa y los pueblos aledaños.

Algunas construcciones a destacar son:

El Mercado d'Olesa, declarado Patrimonio Arquitectónico Catalán.

Es un gran edificio abierto a cuatro calles y de notable longitud situado en la zona del Eixample olesano. El mercado, obra del arquitecto Jeroni Martorell, se inauguró el 1 de octubre de 1932 y fue ampliado cuarenta años después. Forma parte de los edificios catalogados en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán.

La iglesia de Santa Maria d'Olesa, destruida durante la Guerra Civil y levantada de nuevo en los 50 con su Torre del Rellotge. Se encuentra situada en el punto más alto del núcleo antiguo de la villa, en el mismo lugar que se edificó el Castillo de Olesa, del cual quedan algunos vestigios.

La iglesia antes de 1936 correspondía secularmente al obispado de Barcelona, la iglesia de Olesa es una de las más antiguas del obispado de San Feliu. La primera mención hasta el momento conocida es un documento del año 1012 pero la iglesia debía existir mucho antes, seguramente desde el siglo X, bajo la advocación de Santa María y San Juan de Olesa.

Sabemos que en el año 1110 la familia noble de los Castellví se implicó en la construcción de un nuevo templo románico que fue consagrado por el obispo de Barcelona Guillem de Torroja el 24 de enero de 1147.

Al cabo de dos siglos escasos la iglesia ya había quedado pequeña y en el año 1342 el obispo Ferrer de Abella autorizó la construcción de un nuevo templo.

A finales del siglo XVI la iglesia volvió a quedarse pequeña y en 1589, por determinación del Consejo de la Villa de Olesa, se decidió emprender un nuevo proyecto de ampliación del templo parroquial. Esta nueva iglesia constaba de tres naves, la central era la principal y estaba cubierta por una sucesión de bóvedas de ojivas unidas por claves de bóveda y colocadas entre arcos torales de medio punto. En el centro de esta nave había un órgano de tubos del siglo XVII (bendecido en 1672), obra del organista Pedro Carrera, y en el ábside se encontraba el retablo mayor de estilo renacentista.

Aunque una primera reconstrucción se realizó entre 1940 y 1945, la obra de la iglesia quedó rodeada de un cierto aire de provisionalidad. Por iniciativa del párroco Lluís Sitjà en el año 1955 se iniciaron las obras de construcción de un nuevo templo parroquial más amplio. Esto conllevó al derrumbe de buena parte de las estructuras que se habían salvado el año 1936.

En 1359 el prior de Montserrat Jaume de Viveros compró al rey Pedro IV el Ceremonioso la jurisdicción civil y criminal y el mixto imperio de Olesa de Montserrat, junto con el castillo y ermita de San Pedro Sacama.

La ermita románica de Sant Pere Sacama, datada del s. X-XI, y dedicada a San Pedro Apóstol, se encuentra situada sobre unas rocas en el extremo noreste del municipio de Olesa de Montserrat, en una de las cimas de la cordillera situada entre el Barcelona y el Vallés Occidental. La ermita era parte anexa del Castillo de Sacama, del que, actualmente sólo quedan algunos trozos del muro. Asimismo es interesante por el hecho de que aquí se situaron asentamientos íberos, se han encontrado piezas de cerámica negra proveniente de Ática (región y periferia de Grecia) y una necrópolis medieval, muestras de la diversa ocupación del territorio a lo largo del tiempo.

Con ello el monasterio de Montserrat alcanzó el dominio total de la villa de Olesa y el prior en primer lugar y posteriormente el abad de Montserrat, pasaron a ejercer al mismo tiempo de barón de la villa y rector de la parroquia. En 1425 se bendijo el retablo mayor de estilo gótico.

La obra del nuevo templo finalizó en 1956. Posteriormente se construyó el Baptisterio, la capilla del Santísimo y la Sacristía.

En 2008, tras años de trabajo por parte de la parroquia de Santa María y la Asociación de Amigos del Órgano y de las Artes de Olesa, se inauguró el nuevo órgano de tubos en la iglesia, obra del maestro organista Juan Carlos Castro que preside el presbiterio de la iglesia.

el Convent de les Mares Escolàpies, el Porxo de Santa Oliva en el inicio del núcleo antiguo, entre otras.

El senderismo tiene en el propio Porxo su punto de partida, las diversas rutas parten desde aquí hasta varios rincones de la escarpada orografía olesana con destino a la Masía de Puigventós, al cerro de Sant Salvador de les Espases, Collet de Sant Joan o Sant Pere de Sacama.

La fiesta mayor es en honor a la patrona de la ciudad, Santa Oliva, con diferentes actividades programadas, principalmente, en el casco antiguo.

El día de la fiesta, 10 de junio y fiesta local, en la calle de Santa Oliva adornada de flores, se organizan juegos infantiles y chocolatada; música en el Parque del Porche y la misa solemne en la Parroquia, oficiada por sacerdotes que viven o han sido vinculados al municipio. Uno de los actos más destacados es la tradicional ofrenda floral a la santa de la mano de entidades y autoridades, acompañada de danzas, sardanas y gigantes. El cortejo comienza en la plaza de las Fuentes y se encamina hasta el Portal de Santa Oliva con una gran fiesta que acoge muchos ciudadanos.

Es, también, día de homenaje a la persona más grande y la más joven del barrio. Ahora bien, hay otros actos durante los días previos como la bajada de trastos, el maratón de artistas, animaciones infantiles, conciertos, habaneras, el correfoc, la cena popular de los vecinos y la Feria del Aceite, que visten de fiesta el municipio.

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